Hierve conflicto religioso
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Al menos unas 150 personas de la comunidad San Miguel Chiptic del municipio de Altamirano acudieron a la presidencia municipal para notificar a las autoridades municipales el acuerdo de derribar un garaje y un baño que están construyendo en la propiedad del señor Agustín Alvares Vázquez, a quien lo acusan de negarse a acatar los acuerdos de la comunidad y de causar divisionismo y conflicto social.
En el documento, que va dirigido al presidente municipal Gerardo Moreno Aguilar, solicitan la intervención de Víctor Hugo Sánchez Zebadúa, secretario de Asuntos Religiosos del gobierno estatal para que ponga fin a un conflicto religioso en la comunidad y que advirtieron podría salirse de control por la desobediencia de Agustín Álvarez, quien se niega a acatar el acuerdo ejidal.
Explicaron que en la comunidad no permiten la profanación de otra religión ajena a la católica y así se ha regido por usos y costumbres; sin embargo, el acusado, quien profesa la religión adventista, desde hace un par de años luego de acordarse su expulsión le dieron la oportunidad de quedarse en la comunidad pero sin contar con derechos ejidales; sin embargo está construyendo su casa en un lugar urbano y eso ofende a la asamblea.
Dicen que de forma prepotente y expresiones burlonas, Agustín Álvarez presume el apoyo de los pastores del séptimo día y del secretario de Asuntos Religiosos que, incluso, se han rumorado 14 órdenes de aprehensión en contra de los ejidatarios, por lo que responsabilizan a Agustín Álvarez y a Víctor Hugo Sánchez de cualquier altercado que pudiera suscitarse en la comunidad.
Por lo tanto, ponen del conocimiento al secretario general de gobierno, Juan Carlos Gómez Aranda para que ponga atención a dicha problemática y evitar que un problema pequeño se convierta en un conflicto social, que por lo tanto promoverán el desplazamiento inmediato de Agustín Álvarez de la comunidad y se hará acreedor de una multa por desobedecer los acuerdos de la asamblea.